domingo, 5 de octubre de 2014

SINODO DE LOS OBISPOS: La familia, proyecto de Dios (Fray Nelson)

 
SINODO: Con un llamado a dejarse guiar por el Espíritu Santo, el Papa Francisco inauguró el Sínodo de los Obispos sobre la Familia con una Misa solemne celebrada en el Vaticano.
Durante la homilía, el Papa Francisco comentó las lecturas del domingo referidas a la Viña del Señor, y destacó que “con su parábola, Jesús se dirige a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos del pueblo, es decir, a los «sabios», a la clase dirigente. A ellos ha encomendado Dios de manera especial su «sueño», es decir, a su pueblo, para que lo cultiven, se cuiden de él, lo protejan de los animales salvajes”
“Estamos llamados en el Sínodo de los Obispos a trabajar por la viña del Señor. Las Asambleas sinodales no sirven para discutir ideas brillantes y originales, o para ver quién es más inteligente”, dijo el Pontífice; “sirven para cultivar y guardar mejor la viña del Señor, para cooperar en su sueño, su proyecto de amor por su pueblo”.
“En este caso, el Señor nos pide que cuidemos de la familia, que desde los orígenes es parte integral de su designio de amor por la humanidad”, agregó.
“El sueño de Dios –advirtió- siempre se enfrenta con la hipocresía de algunos servidores suyos. Podemos «frustrar» el sueño de Dios si no nos dejamos guiar por el Espíritu Santo. El Espíritu nos da esa sabiduría que va más allá de la ciencia, para trabajar generosamente con verdadera libertad y humilde creatividad”.
 * Sabemos que una buena comunicación es esencial para la familia pero muchas veces no sabemos cómo se construye.
* Tres principios básicos:
(1) La comunicación no empieza cuando hablo sino cuando escucho.
(2) La comunicación no es un proceso automático. Puede darse espontáneamente pero no se puede esperar simplemente a que sucedan las cosas por sí mismas.
(3) La comunicación no es solamente verbal: entran los gestos, las actitudes e incluso los silencios.

* Así como hay diferencia entre oír y escuchar, hay diferencia también entre entender y comprender: este último conlleva una conexión emocional real.
* ¿Cómo llega uno a esa conexión emocional? Se necesita llegar a los miedos, los dolores, las heridas, las expectativas, las frustraciones, las fuentes de confianza, de fuerza y de alegría.
* El verdadero comprender implica una forma de compadecer, no para disminuir a la persona sino para situarse dentro de su drama y su búsqueda.
* No es justificarlo todo pero sí tomar conciencia de qué es lo que le gana.
* Para los creyentes, esa compasión se convierte en oración de gratitud, de petición y de intercesión.

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Más predicación en: http://fraynelson.com

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