En la historia de la ciudad de Buenos Aires del pasado siglo, a fines de la segunda década, se encuentra un hecho grave que la convulsiono totalmente.
Nos referimos a la tristemente celebre "Semana trágica" ocurrida entre el 3 al 11 de enero de 1919, cuyos protagonistas e iniciadores fueron los obreros de la "Metalúrgica Vasena e hijos" (barrio de Pompeya) por cuestiones de aumento de salarios y mejores condiciones de trabajo, alimentadas por ideas partidistas locales e importadas: socialismo, anarquismo, marxismo, irrumpieron en la ciudad llenándola de zozobra por la violencia de su accionar.
El saldo de la misma fue, entre otros ; automoviles y tranvías destrozados e incendiados, los talleres de Vasena, el Templo de Jesús Sacramentado, el Colegio Casa de Jesús , etc y lo mas importante heridos y varios muertos.
Por tales causas, para poner orden en la ciudad, además de las fuerzas policiales, actuaron tropas del Ejercito (Infantería y Caballería) y de la Marina.
En lo que atañe a los hechos del día 9 de enero y la obra de la Madre Benita Arias, el historiador Enrique Mayochi ( "La nación " revista siglo XX 1996.) lo sintetiza así : "La jornada del 9 de enero sera prodiga en hechos que llenaron de zozobra a la ciudad. Al mediodía, con 34 grados de temperatura cesa la circulacion de vehículos y los comercios cierran sus puertas, actitud que imitan los vecinos en sus casas. Por la tarde un cortejo fúnebre llevando a hombro cuatro féretros, parte del comité de huelga Metalúrgica, en nueva Pompeya. En San Juan y Boedo se suman quienes conduciendo el quinto cadáver(algunos en carretillas por no haber servicios fúnebres) provenian del centro socialista sito en Loria 1341. Al paso de la columna formada por mas de 5000 personas, se producen varios incidentes. El mas grave ocurrira en Corrientes y Pringles: alli son incendiados, saqueados y destruidos el colegio Casa de Jesus y el Templo anexo."
La magnitud del hecho en cuestión hizo que tanto la prensa escrita como la fotográfica- a pesar de los peligros y dificultades - se volcara a la calle en búsqueda de notas. Por ello "La prensa", "La Nación", "Caras y Caretas" y demás publicaciones de la época lo consignaron en sus paginas con toda clase de informaciones . Lo que queda reflehjado en sus publicaciones posteriores , como las del D.Nicolás Babinio sobre los actos del 9 enero, dice: "El incidente más importante ocurrió en la esquina de Yatay y Corrientes, donde todavía se alza una Iglesia, que fue saqueada, formándose una pira en a la entrada con objetos del culto. Los altares laterales de la Iglesia fueron destruidos por el ataque de los huelguistas. Las autobombas llamadas para sofocar el incendio de la iglesia fueron tiroteadas y cuando veinte agentes de policía desistieron de llegar fueron aplaudidos por la multitud al emprender el regreso a su seccional. A las seis de la tarde, una hora después del paso del cortejo por la esquina de Yatay, comenzó un tiroteo entre manifestantes y bomberos en el que se cambiaron 2000 disparos y que se prolongo hasta las siete. En la Chacarita se sucedieron también los incidentes. Hubo choques dentro y fuera del cementerio, con soldados de infantería y el escuadrón, y muchos debieron saltar por encima de los paredones para escapar a los sablazos y los disparos".
La magnitud del hecho en cuestión hizo que tanto la prensa escrita como la fotográfica- a pesar de los peligros y dificultades - se volcara a la calle en búsqueda de notas. Por ello "La prensa", "La Nación", "Caras y Caretas" y demás publicaciones de la época lo consignaron en sus paginas con toda clase de informaciones . Lo que queda reflehjado en sus publicaciones posteriores , como las del D.Nicolás Babinio sobre los actos del 9 enero, dice: "El incidente más importante ocurrió en la esquina de Yatay y Corrientes, donde todavía se alza una Iglesia, que fue saqueada, formándose una pira en a la entrada con objetos del culto. Los altares laterales de la Iglesia fueron destruidos por el ataque de los huelguistas. Las autobombas llamadas para sofocar el incendio de la iglesia fueron tiroteadas y cuando veinte agentes de policía desistieron de llegar fueron aplaudidos por la multitud al emprender el regreso a su seccional. A las seis de la tarde, una hora después del paso del cortejo por la esquina de Yatay, comenzó un tiroteo entre manifestantes y bomberos en el que se cambiaron 2000 disparos y que se prolongo hasta las siete. En la Chacarita se sucedieron también los incidentes. Hubo choques dentro y fuera del cementerio, con soldados de infantería y el escuadrón, y muchos debieron saltar por encima de los paredones para escapar a los sablazos y los disparos".
Hermana Juana Vigay S.J.S.
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