DE TRINITATE:
Señor y Dios mío, en ti creo, Padre, Hijo y Espíritu Santo. No diría la Verdad: Id, a todas las gentes en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo,
si no fueras Trinidad. Y no mandarías a tus siervos ser bautizados, mi
Dios y Señor, en el nombre de quien no es Dios y Señor. Y si Vos, Señor,
no fuerais al mismo tiempo Trinidad y un solo Dios y Señor, no diría la
palabra divina: Escucha, Israel; el Señor, tu Dios, es un Dios único.
Y Si tú mismo fueras Dios Padre y fueras también Hijo, tu palabra
Jesucristo, y el Espíritu Santo fuera vuestro Don, no leeríamos en las
Escrituras canónicas: Envió Dios a su Hijo; y tú, ¡oh Unigénito!, no dirías del Espíritu Santo: Que el Padre enviará en mi nombre; y: Que yo os enviare de parte del Padre.
Fija la mirada de mi atención en esta regla de fe, te
he buscado según mis fuerzas y en la medida que tú me hiciste poder, y
anhelé ver con mi inteligencia lo que creía mi fe, y disputé y me afané
en demasía. Señor y Dios mío, mi única esperanza, óyeme para que no
sucumba al desaliento y deje de buscarte; ansíe siempre tu rostro con
ardor.
Dame fuerzas para la búsqueda, tú que hiciste te encontrara y me has
dado esperanzas de un conocimiento más perfecto. Ante ti está mi firmeza
y mi debilidad: sana ésta, conserva aquélla. Ante ti está mi ciencia y
mi ignorancia; si me abres, recibe al -que entra; si me cierras el
postigo, abre al que llama. Haz que me acuerde de ti, te comprenda y te
ame. Acrecienta en mí estos dones hasta mi reforma completa.
Padre Alfredo Sáenz - San Agustin y la Historia:LINK
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