San Cayetano y María Antonia de San José
Muchos son los devotos
de San Cayetano que concurren al santuario del Barrio Liniers, en Buenos
Aires y a las Iglesias esparcidas por toda la República y también en la
hermana República del Paraguay que al igual que nosotros lo tiene como
patrono del trabajo.
-San Cayetano nace en Thiene, Italia y es de
familia noble, al ver la corrupción de la sociedad de su época, decide
ordenarse presbítero y luego forma una comunidad de sacerdotes, llamados
“Teatinos” los cuales, su función principal será la reforma de la
sociedad y del clero de la época el cual estaba totalmente corrupta. San
Cayetano será uno de los pocos sacerdotes que se quedaron en Roma
cuando atacaron los españoles dicha ciudad, y esto le costó la cárcel,
pero salió de esta gracias al ser reconocido por un carcelero. Vuelve a
Nápoles en donde funda el primer Banco de su época y siempre confió en
la Providencia de Dios para todos los negocios y todas sus obras. Muere
el 7 de agosto solicitando la Paz para su ciudad de Nápoles. y sus
restos descansan en la iglesia de San Pablo de esa misma ciudad.
Muchos
creen, erróneamente; que fueron los inmigrantes italianos quienes
trajeron la devoción a San Cayetano, pero en verdad fue nuestra muy
Argentina Venerable María Antonia de San José.Ella desde que partió
de Santiago del Estero, lo puso, como patrono de su empresa
evangelizadora, ya que era el “Santo de la Providencia” y a él se
encomendó en todas sus tareas. Y San Cayetano cumplió. Nunca en la Casa
fundada por María Antonia, faltó nada del sustento material y la primera
imagen del Santo, se veneró en la Santa Casa casi desde su fundación,
en 1795.
La Venerable Sierva de Dios muere el 7 de marzo de 1799 y
la devoción a San Cayetano, irá creciendo desde la capilla de la Santa
Casa en Buenos Aires
Luego de muchos años después de la muerte de
la Venerable sierva de Dios, la Sra. Doña Mercedes Córdoba donará unos
terrenos a la congregación de hermanas fundadas por María Antonia en la
Santa Casa.
Estos terrenos son ocupados por las hermanas las
cuales levantan un colegio y una capilla y como el segundo patrono de la
Santa Casa de Ejercicios era San Cayetano, las hermanas instalan la
capilla bajo su advocación. La zona de la capilla y los terrenos es el
actual barrio de “Liniers” Era en aquella época campo y zona de quintas.
Con la declaración de “Capital Federal” a la ciudad de Buenos Aires y
su diagramación por medio de la Av. Gral. Paz, la capilla y el colegio
de las Hermanas quedaba fuera de la perímetro de la Capital y se
trasladan hacia el lado capitalino. La primitiva capilla de San Cayetano
se ubicaba donde está el Cementerio Israelita en la actualidad porque
allí estaba la Casa de las Hermanas.
Las hermanas fomentan la
devoción del Santo de la Providencia y luego que en varias oportunidades
de grandes sequías ante las cuales los chacareros del lugar recurren al
Santo para que los socorra y este oye sus plegarias, los lugareños lo
comienzan a denominar como “El patrono del Pan y del Trabajo”.
Y
así de ese modo es como la Conferencia Episcopal solicita a la Santa
Sede Apostólica que sea San Cayetano de Thiene considerado para la
Argentina como patrono del Trabajo. La Santa Sede concede el permiso y
un Arzobispo de Buenos Aires, solicita a la Congregación de las Hermanas
del Divino Salvador, que la capilla sea declarada parroquia, las
hermanas conceden la petición del Señor Arzobispo y luego de ser
parroquia, con el tiempo y al ver la gran afluencia de peregrinos, es
declarada Santuario. Hoy es el Santuario citadino más visitado en el
mundo y los siete de agosto de cada año congrega a millones de fieles.
Es
esta la Historia de como San Cayetano llegó hasta nosotros. Gracias a
la Venerable Sierva de Dios María Antonia de San José, cuya memoria
siempre debería ir unida a la devoción del Santo del Trabajo.
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